Los nuevos enfoques y materiales podrían ayudar a la industria del cemento en la transición hacia un futuro sin emisiones de carbono. De cara al futuro, los actores con enfoques estratégicos hacia las nuevas tecnologías podrían tener ventaja para evitar el impacto en la ecología.
La descarbonización de la industria del cemento nunca ha sido tan importante. A nivel mundial, el cemento representa alrededor del 7 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI), una de las huellas de carbono sectoriales más grandes del planeta. Los volúmenes de producción mundial de cemento se mantendrán estables hasta 2050, lo que significa que el sector debe hacer esfuerzos activos hoy para reducir las emisiones.
Pero el cemento es particularmente difícil de descarbonizar, porque libera directamente CO2 en los procesos químicos durante su producción.2 Están surgiendo nuevas soluciones de descarbonización, desde aplicaciones de captura, utilización y almacenamiento de carbono (carbon capture, utilization, and storage, o CCUS) en la producción de clínker hasta materiales innovadores y otras soluciones con las propiedades del cemento. Sin embargo, estas soluciones cambiarán significativamente el valor dentro de la industria. A medida que surgen nuevos modelos de negocio, se espera que los actores y proveedores de diferentes soluciones compitan por la cuota de mercado.
El camino hacia una industria del cemento más ecológica
La industria del cemento y el concreto ha establecido nuevos objetivos para reducir e incluso eliminar las emisiones, como los fijados por la Asociación Mundial del Cemento y el Concreto (Global Cement and Concrete Association, o GCCA). Estos objetivos persiguen una reducción del 20 por ciento de CO2 por tonelada métrica de cemento y del 25 por ciento de CO2 por metro cúbico de concreto para 2030 en comparación con los niveles de 2020. La GCCA apunta a la descarbonización total para 2050.
Durante las últimas décadas, los actores del cemento han recurrido a palancas tradicionales para reducir sus emisiones, como aumentar la eficiencia del combustible y sustituir el clínker y los combustibles tradicionales por opciones más sostenibles. No obstante, para alcanzar las cero emisiones netas en 2050, el gasto de capital anual deberá casi duplicarse hasta alcanzar los $60 mil millones de dólares, en promedio, entre 2021 y 2050.
Algunos factores podrían ayudar a aliviar esta carga de costos. Por ejemplo, las cementeras podrían beneficiarse de las primas verdes. Nuestro análisis sugiere que, a corto plazo, es poco probable que el suministro de cemento con bajas emisiones de carbono siga el ritmo de la creciente demanda de los consumidores finales con objetivos ambiciosos de CO2, sobre todo en Europa. Es probable que esto impulse las primas verdes a corto plazo para el cemento. Ya vemos un aumento de la demanda en varios mercados actuales; por ejemplo, Hoffmann Green Cement Technologies está captando primas por sus nuevos productos, y Cemex está obteniendo primas por sus productos de concreto con bajas emisiones de carbono. A medida que haya más materiales con bajas emisiones de carbono disponibles para los consumidores finales, especialmente en Europa, se espera que estas primas disminuyan.
Caminos innovadores para alcanzar las cero emisiones netas
Hay cuatro vías particularmente prometedoras para abordar eficazmente los aspectos del cemento que más carbono emiten y reducir su uso en el concreto. Aunque algunas de estas soluciones requieren un mayor desarrollo para ser escalables, cada una tiene un potencial de reducción significativo.
Clínker con menos carbono facilitado por CCUS
El clínker, un intermediario utilizado como aglutinante en el cemento, es un componente básico de los productos de cemento, pero su proceso de producción es altamente emisivo. El clínker con bajas emisiones de carbono utiliza la tecnología CCUS para capturar y gestionar estas emisiones de carbono antes de que sean liberadas. CCUS es la única tecnología conocida que aborda las emisiones del proceso de producción de clínker. Muchos productores de clínker ya se están centrando en implementar CCUS, pero estas tecnologías a menudo tienen un precio elevado y aún no se han probado a escala en la industria.
En algunos lugares, los operadores tradicionales están estudiando la posibilidad de adaptar los activos existentes, lo que puede tener sentido cuando se dispone de capacidad de transporte y almacenamiento, junto con el espacio necesario en las plantas existentes. Además, el clínker con bajas emisiones de carbono habilitado por CCUS podría generalizarse con la construcción de nuevas megaplantas de cero emisiones netas en mercados favorecidos. Estos mercados incluyen zonas en Estados Unidos con energía renovable barata y respaldo de la IRA, así como lugares de Europa con recursos renovables, sumideros de CO2, reglamentación favorable y capacidad para exportar a toda Europa.
Fuente: https://www.mckinsey.com/featured-insights/destacados/cimentar-el-liderazgo-la-industria-cementera-en-la-transicion-a-las-cero-emisiones-netas/es
